Agostini considera que intentar ser una mejor persona es un ejercicio diario, pero no lo desanima el desafío: “Yo intento andar siempre por el buen camino. Día tras día me esmero para hacer bien las cosas. Esa es una carrera que nunca termina”. Si bien los errores son parte del trayecto, el cantante entiende que “no debo pedir perdón por nada. Todo lo que hice fue razonado. Además, no le debo nada a nadie. Lo que conseguí fue en base a mi sacrificio y tengo en claro que mañana todo lo que logré puede desaparecer y quizá no me reconozca ni King Kong.” El entrevistado devela no estar preparado para ese trance: “De todos modos, no pienso en el futuro. Sólo vivo el presente. Quizás ése sea un mecanismo de defensa ante la alternativa de que mañana pueda quedarme sin nada de lo que tengo hoy”.
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